Evaluación de la personalidad
Evaluar la personalidad es una actividad propia del psicólogo en general y no del
clínico en particular ya que encuentra su aplicación por igual en los ámbitos educativo y
del trabajo.
La evaluación en términos generales es algo más complejo que el solo aplicar un
conjunto de pruebas a un individuo, implica una postura teórica frente a un fenómeno
psicológico, el cual en un primer momento es necesario conceptuar y en un segundo
tratar de comprender empíricamente su causalidad y pronosticar sus alcances. Por tal
razón no debe confundirse el fin con el medio, ya que las pruebas psicológicas son sólo
herramientas útiles de acopio de información.
Al evaluar la personalidad se requiere segmentarla presuponiendo por ejemplo, que en
un individuo la inteligencia está por un lado y el área afectiva por otra, ahora bien,
armar el rompecabezas a través de un análisis riguroso (integración del estudio) es una
tarea laboriosa que demanda conocimientos previos, que en nuestro plan de estudio
los proporcionan asignaturas tales como “Teorías de la Personalidad”, “Psicopatología”
y “Desarrollo Psicológico” entre otras.
El alumno deberá aplicar las pruebas psicológicas correspondientes a la materia, a dos personas (denominadas a partir de ahora A y B). Las personas podrán ser cualquier persona que acceda a la aplicación de las pruebas, siempre y cuando muestre alguna problemática específica.